El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, conocido como SNAP por sus siglas en inglés, es un plan del gobierno de los Estados Unidos diseñado para ayudar a millones de personas y familias de bajos ingresos a obtener alimentos saludables. Este programa otorga beneficios que pueden usarse como una tarjeta de débito para comprar alimentos en supermercados y tiendas participantes.
El objetivo principal de SNAP es mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición de los individuos que enfrentan dificultades económicas. Al proporcionar apoyo financiero para la compra de alimentos, SNAP contribuye significativamente al bienestar de las familias beneficiarias, permitiéndoles liberar recursos para otras necesidades básicas como vivienda y salud.
Para ser elegible para recibir los beneficios de SNAP, la persona o familia debe cumplir con ciertos requisitos de ingresos y recursos. En general, aquellas familias que tienen ingresos brutos mensuales a menos del 130% del nivel de pobreza federal podrían calificar. También se tiene en cuenta el patrimonio total del hogar, lo cual no debe exceder ciertos límites establecidos para ser considerado apto para el programa.
Además de los ingresos, otros factores como la composición del hogar, el número de personas que dependen de los ingresos y el estatus de empleo pueden influir en la elegibilidad. Personas de todas las edades, incluyendo adultos mayores y menores, pueden recibir SNAP siempre que cumplan con los criterios estipulados. Es fundamental para los solicitantes entender que los estados también pueden tener ciertas variaciones en la aplicación de estas normas, por lo que siempre es recomendable buscar orientación local.
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