El Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, en inglés), es una iniciativa del gobierno de los Estados Unidos diseñada, especialmente, para ayudar a las personas y familias con bajos ingresos a comprar alimentos saludables. Anteriormente, este programa era conocido, principalmente, como el programa de cupones de alimentos. Asimismo, a través del SNAP, los beneficiarios reciben una tarjeta electrónica, similar a una tarjeta de débito, que se llama EBT (Transferencia Electrónica de Beneficios) y, adicionalmente, se puede usar en la mayoría de las tiendas para comprar productos alimenticios.
Por lo tanto, para ser elegible, los individuos y las familias deben cumplir con ciertos requisitos de ingresos y recursos. El proceso de solicitud, por otro lado, puede variar según el estado. Sin embargo, generalmente, requiere que los solicitantes proporcionen información sobre sus ingresos, propiedades y número de miembros en el hogar. Es importante tener en cuenta que el objetivo del SNAP es, en última instancia, garantizar que todos tengan acceso a una dieta nutritiva, independientemente de su situación económica.
Una vez aprobado para recibir los beneficios del SNAP, los participantes recibirán una tarjeta EBT que se cargará mensualmente con la cantidad de beneficios asignada. Además de esto, estos beneficios pueden usarse para comprar, por ejemplo, una variedad de alimentos en supermercados, mercados agrícolas y tiendas de alimentación que acepten EBT. Por lo tanto, para comenzar, es importante, además, planificar las compras para asegurarse de que los beneficios duren todo el mes y, a su vez, contribuyan a una dieta equilibrada.
Por otro lado, es vital conocer qué productos están cubiertos por el SNAP. Por ejemplo, los alimentos elegibles incluyen frutas, verduras, carnes, productos lácteos, panes y cereales. Sin embargo, no se pueden utilizar los beneficios del SNAP para comprar productos no alimentarios, como productos de limpieza, alcohol o alimentos calientes preparados en las tiendas. Finalmente, entender cómo gestionar adecuadamente los beneficios puede, además, ayudar a mejorar la seguridad alimentaria de las familias beneficiarias.
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